En los valles soleados de Ica, donde el desierto abraza la tierra fértil y el viento acaricia los viñedos, nace el Pisco, orgullo peruano y testimonio de siglos de tradición. Cada gota cuenta historias de sol, uvas y manos artesanas que transforman el fruto en espíritu. Entre sus múltiples expresiones, dos destacan por su carácter y popularidad: el Acholado y el Quebranta. Conocerlos es adentrarse en la esencia misma de este destilado único.
Acholado y Quebranta: dos mundos en una copa
El Pisco Quebranta es monovarietal: elaborado exclusivamente con uva Quebranta, menos aromática, que brinda robustez y estructura. Sus aromas recuerdan a herbáceos, manzana verde y pecanas frescas, mientras que en boca se perciben notas de almendra tostada, nuez y un sutil toque de chocolate o pasto seco. Por su cuerpo y carácter, es perfecto para cócteles clásicos como el Pisco sour o el chilcano.
En contraste, el Pisco Acholado es un ensamblaje de varias uvas: la Quebranta aporta fuerza y estructura, mientras que las uvas más aromáticas como Italia, Albilla y Moscatel ofrecen delicados aromas florales y frutales. Esta combinación da lugar a un perfil más complejo y equilibrado, creando un Pisco versátil, elegante y agradable al paladar.
Demonio de los Andes: la expresión de Tacama
En Tacama, estas dos variantes encuentran su máxima expresión. El Demonio de los Andes Acholado, elaborado con Quebranta, Albilla, Italia y Moscatel, despliega aromas que evocan pera madura, envolviendo la boca en un delicado juego de sabores y suavidad. Por su parte, el Demonio de los Andes Quebranta, hecho únicamente de uva Quebranta, revela notas intensas a toffee, frutos secos como nuez y pecanas, y un sutil dejo de tabaco rubio, resultando robusto, estructurado y profundo, un verdadero homenaje a la tradición pisquera.
Elegir entre un Acholado y un Quebranta es decidir entre la complejidad aromática y la pureza robusta del Pisco peruano. Ambos cuentan historias de tierra, sol y manos artesanas. Te invitamos a explorar estas joyas de Tacama, sentir la personalidad de cada uva y dejar que el espíritu de Ica se derrame en tu copa.
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